La burocracia estatal, los conflictos sociales, así como el mal ejercicio de las políticas económicas y sociales constituyen algunos de los aspectos negativos que tiene nuestra sociedad y que obstaculizan el desarrollo del país, según afirmó el experimentado ingeniero civil Elías Tapia Julca.

Tapia Julca sostuvo que estos factores son causantes del atraso y sub desarrollo del país, a lo que se suma el divorcio que existe entre el Colegio de Ingenieros del Perú – CIP -, y la sociedad en su conjunto.

“A lo largo de los años los ingenieros hemos dejado que los políticos resuelvan los problemas del país y en lugar de solucionarlos los han agravado. Ha llegado el momento de tener una participación más activa en el desarrollo de nuestra Nación, por lo que llevo como lema ´un ingeniero…un gestor´, de mi candidatura al decanato del Colegio de Ingenieros del Perú”, afirmó Tapia durante la presentación de los integrantes de su lista al Consejo Nacional del CIP.

Anotó que no es posible que, a causa de la burocracia y los conflictos sociales, muchos proyectos de inversión minera, irrigaciones, construcción de hospitales, interconexión vial, entre otros, estén paralizados y no se ejecuten por cinco, ocho, 10, 15 y 20 años, afectando el desarrollo de los pueblos, la generación de empleo, la modernización y mejora de la calidad de vida de los mismos pobladores que se oponen a ellos por desconocimiento o razones políticas.

“En ese sentido resulta contraproducente de que la Contraloría no tenga profesionales competentes para revisar los proyectos de inversión. Se da el caso, por ejemplo, que un auditor de este organismo de control revisa en una semana los expedientes de un hospital, la otra semana el mismo profesional evalúa la construcción de una red vial y la siguiente, el mismo ingeniero revisa la construcción de una central hidroeléctrica, cuando para ello existen especialidades”, fustigó.

Esta falta de profesionales especializados y, también la burocracia, restan tiempo en la ejecución de obras. “De 60 observaciones, al final sólo cinco resultan válidas para su subsanación”, expresó.

Burocracia obstruccionista

El candidato al decanato nacional del CIP, también cuestionó la burocracia obstruccionista que existe en la revisión de estudios de impacto ambiental y en la expedición de certificados de inexistencia de restos arqueológicos por parte del Ministerio de Cultura, a lo que se suma la oposición de la población a determinadas obras, sin conocer exactamente los proyectos, pensando que se les afectará el agua u otros recursos.

“Por ejemplo el proyecto de irrigación Majes-Siguas, que está sin ser ejecutado desde hace 60 años, Tambo Ccaracocha que no avanza desde hace 30 años por el conflicto social entre Ica y Huancavelica y el proyecto Pampas Verdes que está paralizado desde hace 20 años, constituyen algunos de los mega proyectos de inversión paralizados inexplicablemente en un país que requiere de la ejecución de estos para seguir avanzando en su desarrollo”, precisó.

Tapia dijo que no es posible que no se permita a los inversionistas extranjeros invertir 12 mil millones de dólares para irrigar 120 mil hectáreas de desierto, con lo cual mejoraría la calidad de vida de los nasqueños y arequipeños, además de la generación de empleo directo e indirecto.

Elías Tapia Julca: burocracia y conflictos sociales obstaculizan desarrollo del país
El candidato a decano nacional junto al Ing.° Italo Valle y el candidato al Consejo Departamental de Ica del CIP.

“Hoy, más que nunca, estoy dispuesto a poner mis conocimientos al servicio de los ingenieros del Perú”, anunció Tapia Julca al presentar a los miembros de su lista nacional, entre ellos el iqueño Ítalo Valle Pachas, dueño de la constructora IVC Contratistas que reconstruyó el Santuario de Luren, el hospital Socorro y ejecutó el proyecto de las Galerías Filtrantes.

Tapia propuso en ese sentido, que el Colegio de Ingenieros del Perú a través de sus consejos departamentales y capítulos de especialización tengan un mayor acercamiento y participación con las comunidades, les expliquen las bondades de los proyectos y no permitan que los políticos los utilicen para beneficio particular.