El santuario del Señor de Luren, cerrado desde el pasado mes de marzo, reabrió hoy sus puertas a la feligresía, en medio de estrictos protocolos de bioseguridad ante el COVID-19.
Desde tempranas horas la feligresía formó cola para ingresar al recinto religioso por la puerta de la calle Piura.
Antes del ingreso al santuario, se cumplen los protocolos de bioseguridad y los miembros de la Hermandad del Señor Crucificado de Luren ayudan con la toma de temperatura y aplicación de alcohol en las manos de las personas que ingresan con su respectiva mascarilla. Igualmente, los fieles pasan por la desinfección del calzado.



Jóvenes y adultos ingresaron para elevar sus rezos a Dios y venerar la sagrada imagen del Señor de Luren.
Las personas respetaron el distanciamiento social y el aforo del recinto religioso que permite solo un tercio de su capacidad, es decir 125 personas, a fin de evitar la aglomeración de personas y prevenir el contagio del COVID-19.
Además, se ha señalizado las bancas que pueden ser utilizadas para sentarse a orar y las que deben permanecer vacías, con el fin de respetar el distanciamiento social.



El santuario estará abiertos los feligreses iqueños de lunes a sábado en el horario de 8:30 a. m. a 11:30 a. mm y en la tarde de 4:00 p. m. a 7:30 p. m. y los domingos de 9:00 a. m. a 12 m. y en la tarde de 4:30 p. m. a 8:00 p. m.
Francisco Chacón Sánchez, párroco de la Parroquia Santiago de Luren, pidió a las personas que presentan alguna enfermedad de riesgo, eviten acudir al santuario.


